Axioma Recóndita
Me encontré. Como solitario de la noche, como un amante de la luna, perdido en mis ideas, y en todas mis locuras. Como he amado. Como te amé; tan desesperado, que moriría de ti, yo pensé. Juzgaba mal el frio; a la noche, a las sombras, y mi oscuridad. Me enamore perdidamente de lo que se supone que estaba prohibido, porque no encontré más que respuestas, a mis dudas que me atacaban, y que cada vez que cuestionaba, eran ocultadas. Me interné en mí mismo. Una persona no adquiere su oscuridad por su maldad, sino gracias aquellas personas que se lo producen. Es un depósito, que se llena y que no se puede ocultar. Pasaron los años. Tantas cosas cambiaron. Tantas permanecieron allí, ocultas, y otras en mi mente. Pensaba en irme de esta isla como sea, pero... ¿que mas tengo si no es este humilde pedazo de tierra?... Está bien… Muchas veces me hartaba, mi propia impaciencia. Pero me sentía solo, y la verdad es que no tenía a nadie; pero hay tanta gente como el aire que te permite respirar, que